Reseña: El símbolo perdido de Dan Brown
Tras leer el Código da Vinci y Ángeles y Demonios, me sentía medio obligado de leer El símbolo perdido. El libro es en la línea de los anteriores: códigos a descifrar, misterios ocultos, organizaciones poderosas por en medio, un malo muy malo y Robert Langdon como protagonista accidental de la trama.
El libro engancha mucho, tanto por las ansias de querer saber que se esconde tras ese misterio como por el ritmo narrativo: rápido y directo. Además, tal como sucedía con Ángeles y Demonios, el tiempo corre en contra de Robert, que deberá darse prisa en resolver el enigma.
La estructura es la misma que en los anteriores libros, pero en este caso la acción pasa en Washington. Supongo que Dan Brown habrá querido decir: ¿qué os pensáis, que solo hay historia oculta en Europa? Pues no.
La trama está bien elaborada y las piezas se van encajando poco a poco hasta crear un cuadro completo de lo que se busca y el por qué. Los personajes bien caracterizados y con objetivos bien distintos cada uno.
El único pero es el final: para mi gusto se alarga demasiado y divaga mucho en el tema metafísico y espiritual. Y luego, tienes tantas ganas de desvelar el misterio que cuando llega te quedas diciendo "¿ya está? ¿era eso?".
Distrae, divierte y engancha. Una buena lectura para evadirse y sumergirse en misterios ocultos.
Sinopsis:
Washington. El experto en simbología Robert Langdon es convocado inesperadamente por Peter Solomon, masón, filántropo y su antiguo mentor, para dar una conferencia en el Capitolio. Pero el secuestro de Peter y el hallazgo de una mano tatuada con cinco enigmáticos símbolos cambian drásticamente el curso de los acontecimientos. Atrapado entre las exigencias de una mente perturbada y la investigación oficial, Langdon se ve inmerso en un mundo clandestino de secretos masónicos, historia oculta y escenarios nunca antes vistos, que parecen arrastrarlo hacia una sencilla pero inconcebible verdad.
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