La Ciudad de los Conceptos 7/53: La Ira

De su cara lo que más destaca son sus dientes afilados. Grandes y afilados. Su piel está llena de granos y emana un olor putrefacto. Su cuerpo es excesivamente graso, sin embargo es rápido y ágil. Nada se le escapa. Insaciable, se mueve entre las personas atento a cualquier indicio de su alimento.
Él sabe que el ser humano es frágil. Su falta de comprensión y paciencia facilita su existencia. 
Ira, ese es su nombre. 
Se asoma a la azotea para mirar la ciudad. Hay tanto sentimiento de destrucción que podría vivir eternamente. ¿Hay alguien más fuerte que él? A menudo, lo duda. Cierto que hay Guardianes de la Llama muy fuertes, pero entre los Soldados Sombríos no cree que haya nadie que pueda superarlo.
La Ira frota los dientes con fuerza, provocando un sonido estridente que se propaga por el aire. Abajo, ve como algo tan sencillo como un atasco de coches, le facilita alimento en abundancia.
"Para ellos, es más fácil destruir que construir", piensa. 
Salta y se lanza al vacío. Al tocar sus pezuñas la carretera, una avalancha de insultos, quejas y bocinazos le recibe. 
Cierra los ojos un momento para disfrutar del momento.
- Empecemos de una vez. Que mi nombre llene sus corazones.
Al otro lado de la calle, una mujer con un largo vestido blanco niega con la cabeza. Ella, el Respeto asiste algo derrotada al espectáculo de la Ira. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Reseña: El fantasma de la ópera de Gastón Leroux

Reseña: El ruido de un trueno de Ray Bradbury

Caracterización, carácter o características