El Cuento: características
Aunque novela y cuento son géneros narrativos, las leyes que los rigen son muy diferentes:
- La novela es un género extenso, que da cabida a otras vías narrativas -tramas y subtramas, personajes secundarios, etc.-.
- En el cuento, sin embargo, sólo cabe una historia.
El cuento trabaja en la vertical, en profundidad; la novela, en extensión, en la horizontal.
El cuento es una línea ascendente: todos los elementos colaboran unos con otros para formar un cescendo hasta llegar al desenlace, que debe ser una descarga de energía contenida a lo largo del relato. Cuando esa máquina funciona, entonces el relato posee una auténtica capacidad de "succión" sobre el lector.
Las dos características principales de un buen cuento son la unidad y la intensidad.
1- La unidad: en el relato sólo cabe una historia evidente que centra la mirada del lector en los personajes. Esta unidad la consigue el escritor:
- Manteniendo un mimo tono a lo largo de todo el relato.
- Manteniendo un solo ritmo.
2- La intensidad: es la esencia del cuento, basada en la concentración y la eliminación de todo lo accesorio; esa intensidad se logra mediante:
- La economía verbal: haya que tener siempre a mano las tijeras.
- La omisión: el uso de la sugerencia para que el lector "construya" con su imaginación.
Un cuento suele contar dos historias (una evidente y otra cifrada, una anecdótica y otra esencial) que se trenzan en su estructura de maneras diferentes según cada autor.
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