Entrevista a Carolina Iñesta
Al escribir, ¿Papel u ordenador?
El papel es mágico, sin duda, muchas ideas y relatos
comienzan en él, pero, ya visto el enorme trabajo que es pasar una novela de
papel a ordenador… me dejo llevar también por la magia de las teclas.
¿Todo planificado, estructurado, pensado o dejando libertad
a la improvisación?
Soy una escritora de impulsos, dejo que llegue la
inspiración y después que sean los propios personajes los que cuenten su
historia y me sorprendan. Es lo que se llama una escritora tipo brújula.
¿Un lugar concreto para escribir o cualquier sitio es bueno?
Escribo mejor por la noche, cuando hay silencio absoluto, y
me gusta hacerlo en la cama. Aunque mi primera novela publicada: “El guardián
de los secretos”, la escribí entera en un ordenador fijo, por la noche, mirando
por la ventana las ramas de un gran árbol, mecidas por el viento y esperando
que en cualquier momento la Condesa Sangrienta me rozara el hombro para
preguntarme por qué escribía sobre ella.
¿Con música o en silencio?
Silencio absoluto.
¿En cualquier momento o a una hora determinada del día?
Como he dicho, me encanta hacerlo de noche. Pero si la
inspiración me pilla relajada en la playa, por ejemplo, saco corriendo papel,
móvil, servilletas… ¡lo que sea! para ponerme corriendo a apuntar.
¿Qué aparece primero en la inspiración: la historia o los
personajes?
En mi caso, el escenario y la época, cogidos de la mano. Me
inspiran lugares, viajes… y rápidamente me vienen a la cabeza las historias que
allí podrían haber transcurrido y sus protagonistas, muy vivitos.
Qué presenta más complicaciones, ¿Primera o tercera persona
como narrador?
Para mí presenta más complicaciones la primera persona, pero
me gusta mucho más. Disfruto más la historia porque me meto yo misma dentro de
ella, a veces como directora de escena y otras veces dentro de la piel de la
protagonista. La mayoría de mis escritos son así.
Y como lectora me pasa igual. No me gusta simplemente
“quedarme mirando”. Yo lo vivo.
Tus novelas tienen un alto contenido de elementos históricos,
por tanto se requiere una fase de documentación. ¿Cómo la valoras?
Para mí es innata y divertida esta fase. La disfruto y leo y
viajo si es necesario, lo que haga falta. La Historia en sí me inspira, por
tanto va todo correlacionado. Todo me viene a la cabeza cuando presencio un
hermoso escenario de castillos, visito un museo o leo sobre la vida de una
desconocida y enigmática mujer…
¿Alguna manía, superstición, fetiche al escribir?
Ninguna. El único fetiche relacionado con la literatura es
el boli de la suerte que me regalaron unas amigas en mi primera presentación.
¡Lo estrené firmando 80 libros! Y siempre que me lo he llevado a alguna parte
ha ido bien.
Hay actores que dicen que nunca se ven las películas que
hacen. En tu caso, una vez publicada la novela, ¿la lees como un lector más?
Leí la primera una vez publicada, ¡es una gran sensación
hacerlo en papel! Normalmente me imprimo mis historias acabadas para
corregirlas, así veo mejor los fallos y ¡las disfruto muchísimo más! Me
emociono mucho al leerlas, como si lo hiciera por primera vez. Leyendo el nuevo
manuscrito que, espero, pronto verá la luz, intenté abstraerme y… lloré con el final.
¿Cambiarías algo de tus libros ya publicados? ¿Algún
detalle, alguna frase, algún personaje?
Uy, claro que sí, muchas cosas. Una novela nunca se acaba de
pulir, creo que nos pasa a muchos escritores. Llega un momento en que debes
decir: “¡Basta ya, lo dejo así!”, de otra forma no acabaríamos nunca.
Siempre se aprende, eso sí, de lo que “necesita” el lector.
Por ejemplo, hubo mucha gente en desacuerdo con que mi protagonista se dejara
llevar por la pasión demasiado rápido, antes de que viniera el amor. Lo hice
así a propósito y sabía que me arriesgaba, quería que mi protagonista fuese una
chica aventurera de hoy en día. Alguna lectora me comentó que, probablemente,
ella haría lo mismo en la vida real, que somos chicas jóvenes y modernas, pero
que prefiere que la literatura se parezca más a un cuento de hadas. Yo no
quería centrarme en el “cuento de hadas”, sino en el misterio y la aventura…
pero parece que para mucha gente es importante esa parte. En cada género esto
se toma distinto, la gente y los críticos que lo han leído pensando: “Voy a
leer misterio y aventura” no han tenido ningún problema con eso, pero, de todas
formas, de todo hay que aprender.
Para leer, ¿libro en papel o electrónico?
He comprado varios libros electrónicos y soy incapaz de
leerlos. Aún no me acostumbro. Lo seguiré intentando, pero, de momento, papel.
¿Proyectos?
Muchos y variados. Espero poder anunciar pronto la salida de
una novela adulta muy singular, más simple e inocente que El guardián… pero con
más carga erótica.
Otro gran proyecto, muy emocionante, es una biografía en la
que tengo que trabajar. Hace poco el hijo de una gran mujer, cuya identidad
revelaré cuando pueda, vino a tomarse un interesantísimo café conmigo y a
pedirme que escribiera sobre su madre. Cuando pueda decir quién es, mucha gente
entenderá la emoción del reto.
Y hay varios relatos y cuentos que aparecerán en distintos
proyectos; por ejemplo, puedo hablar de un relato filosófico para niños que
trabaja la empatía y que saldrá en una estupenda antología anual de una gran
editorial en 2014.
También estamos creando una curiosísima antología, la escritora
Arlette Geneve y yo, junto a nuestros alumnos del primer taller literario que
impartimos.
Podéis seguirme en Facebook para estar al tanto. También en
Creatividad Internacional y en www.carolinainestaquesada.com
Un libro para llevar a una isla desierta
“El ocho”, de Katherine Neville, porque por veces que lo
leas, tiene tanto encriptado y tantos personajes que siempre descubres algo
nuevo. Y, si no, “El guardián de los secretos”, por lo mismo ;)
Agradecer la colaboración de Carolina que de seguida se volcó en contestar las preguntas. Ha sido un placer poder contar con ella en esta serie de entrevistas.
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