Reseña: El restaurador de arte de Julián Sánchez
El restaurador de arte es la segunda parte del Anticuario.
Los protagonistas vuelven a ser Enrique y Bety. La trama es diferente. Enrique,
ahora afincado en Nueva York, viaja a San Sebastian para acudir a la inauguración
del Museo de San Telmo donde ahora trabaja su exmujer Bety. Durante el evento
conoce a Craig Bruckner, un restaurado de prestigio internacional, que trabaja
en la restauración de los lienzos de Sert. Al día siguiente, Craig apare muerto
y a partir de aquí, los sucesos se desencadenan, sumergiendo de nuevo a Enrique
y Bety en una frenética investigación.
Novela de intriga y misterio con un tono muy intimista. Me
gusta el estilo de Julián que consigue que a pesar de querer descubrir un
misterio, no olvidemos los personajes. Así, Julián nos va presentando las
inquietudes, pensamientos, sentimientos de Enrique y Bety. También nos muestra
como los personajes no son meros observadores de la acción: son elementos
vivos, que se ven influenciados por lo que les pasa. Esto me ha gustado mucho,
y sobre todo, tras leer los dos libros seguidos, pues aprecias una evolución de
carácter en los dos personajes, coherente con todo lo que les pasa.
La trama está muy bien conseguida y poco a poco se van
atando todos los cabos, creando un final, de nuevo, muy acorde con toda la
novela. El final del anticuario me gustó, pero en este caso aún más.
La acción se sucede en varios contextos: San Sebastian,
Barcelona, Nueva York, Paris.
Lo que más me ha gustado son los juegos narrativos de la
novela: Enrique es escritor y aprovecha el suceso de la muerte de Craig para
utilizarlo como argumento de su nuevo novela. La investigación por saber que
sucedió a Craig y obtener material para la novela se van mezclando de forma muy
interesante. Ficción dentro de otra ficción que parece realidad. Podría
resumirlo así.
Ha sido muy provechosa la novela a nivel de cultura pues
desconocía el pintor Sert, autor de multitud de lienzos enormes por todo el mundo.
Su figura es parte importante de la trama y Julián nos va describiendo tanto la
vida del autor como su obra poco a poco. Atrae mucho su vida (tanto que no
puedes evitar entrar en Google e indagar más sobre este pintor).
Todo un descubrimiento este autor, Julián Sánchez, que
anteriormente había sido árbitro de la liga ACB. Me gusta su estilo y la forma
de mostrarnos los personajes. Me ha recordado en algunos aspectos a Henning
Mankell: por ejemplo, muchos autores obvian los detalles de pausa que cualquier
persona realiza: comer, beber, tomarse un respiro,… por considerar que aporta
información superflua. Si algo me gusto de Mankell con su personaje Kurt
Wallander es que, a pesar de ser novela negra, no olvidaba esos aspectos que
huminazan a los personajes, detallando cuando dormía, los dolores de cabeza,
las comidas,… Y Julián hace lo mismo. A mí, personalmente me gusta.
Recomiendo mucho su lectura (que se puede hacer de forma
independiente de la primera parte) para aquellos que les guste las novelas de
intriga.
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