Los ladrones de tiempo



En cualquier actividad o tarea que hagáis, se dan una serie de "ladrones del tiempo" que interrumpen nuestro trabajo. Cada actividad o cada puesto de trabajo tendrá unos específicos. En este post os voy a  numerar los ladrones del tiempo que existen para que los relacionéis con la profesión de escritor.

- Visitas inoportunas: en una oficina está claro que puedes recibir múltiples visitas, pero el escritor trabaja desde casa, aunque aquí también puede tenerlas (amistades, comerciales, reparaciones, correos, etc). Se recomienda tres trincheras para defenderse de estas visitas inoportunas:

  • Que no entren.
  • Que no se siente.
  • Que se vayan pronto.


- El teléfono: llamadas recibidas y llamadas emitidas. Para el primer caso es preferible marcar un periodo preferente para recibirlas y darlo a conocer ("de 12 a 14 estoy disponible") y sobre todo, no te alargues demasiado en las conversaciones. En cuanto a las llamadas emitidas, estos son algunos consejos:

  • Agrupar las llamadas, así reducir el tiempo total que te ocupen y no dispersar la atención.
  • Preparar la llamada. Reflexionar antes qué se quiere conseguir, pensar un guión.
  • Tomar notas, según hablar (preferible al lado del guión que es has hecho)


- Móvil: un punto aparte es el móvil, no solo por las llamadas, sino por todos los avisos de redes sociales, mensajería, correo electrónico. Es un gran destructor y hay que saber prestarle la atención adecuada: ponerlo en silencio o eliminar la conexión durante x tiempo.

- Crisis: incendios, urgencias, etc. Gestionarla con calma.

- Viajes: ya sea de ocio o de documentación para la novela. Para minimizar los efectos de este ladrón del tiempo:

  • Prepara tu viaje: ¿define el propósito?, prevé el uso de los tiempos muertos.
  • Ve a tu propio ritmo
  • Cuida las comidas
  • Conclusiones de tu viaje: si ha sido un viaje de documentación, elabora un informe.


- El escritorio: trata de tener un escritorio y un asiento funcionales. Deben ser cómodos. Realiza descansos cada hora. Elimina lo que sobra, ten a manos las principales herramientas. "Lo que no ayuda, estorba". Es importante colocar los objetos de forma adecuadada. La distancia debe ser inversamente proporcional a la frecuencia de uso.

- Los papeles: Suele ser la materia prima del escritor. Pero cuidado con ir acumulando papales de anotaciones, esquemas, ideas, redacciones. Es bueno ir dandole a nuestro papeleo una clasificación:

  • Los que requieren acción inmediata
  • Los que contienen información que hace falta archivar para posterior uso
  • Los que deben ir a la papelera




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