Reseña: El tercer testamento de Christopher Galt
Buf! Una gran novela que es como una montaña rusa de emociones y de reflexiones.
La trama se centra en unas inquietantes visiones que padecen personas de distintos lugares del mundo. Estas visiones muestran momentos del pasado o el futuro,o bien relacionados con la persona o con el lugar.
El número de personas afectadas crece exponencialmente y se empieza a pensar que pueda ser algún virus que provoque algún brote paranoide. La cosa se complica cuando varias personas tienen las mismas visiones o éstas provocan lesiones reales.
Este es el núcleo de la trama.
Luego tenemos a John Macbeth, un importante psiquiatra que participa en el proyecto de crear una inteligencia autónoma. Macbeth se verá involucrado en las visiones y será el protagonista de la historia que permite vehicular la acción.
La novela está narrada en tercera persona, con capítulos cortos y saltando de personaje, aunque John Macbeth es el personaje principal. Lo que hace Christopher Galt es intercalar capítulos de las visiones de diferentes personas en paises diferentes, lo que nos permite sentir el problema que ocasionan.
Las visiones están muy bien descritas y el autor consigue ir aumentando el nivel de las mismas a medida que avanzas en el libro. Y este es uno de los puntos importantes, pues como lector, podrías decir "vale ya de visiones, ya lo he pillado", pero Galt consigue atraparnos en la trama haciendo que cada visión sea diferente y sean cada vez más complejas, de modo que lo que te preguntas es ¿qué vendrá ahora?
Otro punto interesante y que da fuerza a la novela es el personaje de John Macbeth. Un psiquiatra que tiene desde la infancia problemas de despersonalización. Es una persona culta, inteligente pero no conectada a la realidad. Esto hará que las visiones tengan mayor impacto para él.
Pero lo que más me ha encantado es que el autor juegue con el lector y que le haga pensar. Es un constante juego de hacerte dudar sobre la realidad con planteamientos filosóficos, físicos y cuánticos.
Destaco en este sentido un gran diálogo entre John Macbeth y una paciente internada convencida que no existe. Interesantes reflexiones sobre lo que es real y que no. La base de todo es el ya conocido axioma que la realidad existe porque la vemos, aquello de que un árbol que cae en la selva y no hay nadie que lo perciba, no ha caído.
"En física cuántica el efecto del observador demuestra que el propio acto de observar modifica el estado de lo observado" (cita del libro)
Recuerda en algunos puntos a Matrix, a esa duda existencial de si lo que vivimos es real o inducido, el sueño de otra persona que sueña nuestra vida.
"La realidad solo existe en la mente" (Cita del libro)
Aparecen gran cantidad de términos psiquiátricos y diferentes tipos de trastornos descritos con gran destreza.
La novela ofrece interesantes guiños a obras del género de la distopia.
Otro debate que plantea es el eterno ciencia versus religión, con paradojas como que la ciencia debe convertirse en la verdadera religión.
El libro muesta un gran abanico de conceptos: inteligencia artificial, mapas cerebrales, física cuántica, teorías de los multiuniversos, trastornos psiquiatricos que deforman la realidad,...
El ritmo se acelera a medida que avanza, así como una atmósfera cada vez más asfixiante, en que la realidad nos aprieta y, como lector, deseamos despertar.
Las visiones consiguen crean esa sensación de malestar ante algo inexplicable, al tiempo que ves que todo se descontrola. Además, hay otros enigmas subyacentes que se van desvelando a medida que todo va tomando sentido.
Y el final... Bueno, es de aquellos que consigue maravillarte y tomar conciencia de porque te gusta tanto la literatura. He de decir que la parte final me estaba desilusionando un poco, pues se veía muy claro lo que iba a pasar y además lo encontraba demasiado explosivo, pero... ¡que gran final!
Por cierto, Christopher Galt es el seudónimo del escocés Craig Rusell, escritor de novela negra.
Muy recomendable.
Puntuación: 5/5
Sinopsis
Un extraño acontecimiento se reproduce en todo el mundo: la
gente ha empezado a tener visiones que los llevan a situaciones del
pasado o el futuro, que los aterrorizan y conmueven. Hasta pueden
experimentar físicamente aquello que creen que están viviendo. Nadie
entiende lo que sucede. Nadie está a salvo.
En un mundo en que la ciencia se ha constituido como garante del
conocimiento y la razón no deja lugar a explicaciones que parecerían
esotéricas, estos acontecimientos inexplicables no tienen cabida. Y sin
embargo, sí que están sucediendo. Lo que parece una epidemia de
alucinaciones se extiende por todo el globo y no respeta fronteras,
razas, edad, sexo o condición de cordura. Ni siquiera existe un común
denominador que permita tirar del hilo para descubrir cuál es la
enfermedad que las causa, si la hubiera. ¿Será posible que la historia
haya encontrado la manera de repetirse incesablemente? ¿Tendrá todo esto
que ver con el proyecto de neurociencia en el que participa John
Macbeth y que busca crear una inteligencia artificial autónoma? De
Estados Unidos a Dinamarca, de China a Alemania, el mundo se ha vuelto
loco y Macbeth parece el único capaz de llegar a averiguar qué está
sucediendo.
Aunque flojea un poco en los planteamientos científicos y filosóficos, te obliga a devorarla hasta el final y no deja de ser un placer seguir las conversaciones de gente tan inteligente.
ResponderEliminarHaciendo un poco spoiler, le sobran unos cuantos episodios de visiones de personajes prescindibles y que al terminar de leerla se ve que no sirven de nada en la trama.
Lo acabo de terminar de leer y buscando comentarios con el libro me encontré con tu blog. Has descrito exactamente lo que el libro fue para mi. El hecho de que a cada capítulo le pusiera el nombre del personaje me ayudo a no perderme a medida que avanzaba en la trama, y al momento de llegar al final, me sentí tan asfixiada como el personaje principal, como dice se intuía como terminaría pero, pero ese giro ya en las ultimas páginas, nunca lo espere.
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